De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud del año 2007, los trastornos neurológicos afectan a unos mil millones de personas a nivel mundial. Desde la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer hasta los accidentes cerebrovasculares y el dolor de cabeza, las enfermedades neurodegenerativas son las causantes de un estipulado de 6,8 millones de muertes al año.
Una parte fundamental que se da por sentado en el cuidado de los pacientes con alguno de estos diagnósticos es la de su nutrición. Sin embargo, está comprobado que la buena alimentación en personas con enfermedades neurodegenerativas no solo mejora su calidad de vida sino que incluso retrasa el avance de su trastorno. En Método COMA te hablamos más al respecto.
Relación intestino-cerebro
Los diagnósticos más frecuentes son la esclerosis múltiple, Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica y Alzheimer. Aunque parezca inconexo, la alimentación en personas con enfermedades neurodegenerativas es una parte fundamental para entender cómo funcionan e incluso para prevenirlas.
Todo empieza en el intestino permeable. El intestino funciona como una pared formada por bloques unidos por cemento y friso. Este último es el que hace que esa pared se impermeable y nada pueda atravesarla y entrar. Si hay una filtración, ese friso se cae o, para repararla, lo rompemos, haciendo la pared permeable.
Las vellosidades que hacen a nuestro intestino impermeable se ven amenazadas cuando nos sometemos a estrés, llevamos una mala alimentación o por patologías, lo que lo hace vulnerable a viruses, parásitos y bacterias. Aquí radica la importancia de la alimentación en personas con enfermedades neurodegenerativas: una mala nutrición trae una barrera de protección inmunológica vulnerada.
Retrasando el progreso de la enfermedad
Ya que estos pacientes poseen un intestino que tiende a permear, es importante mantener una dieta sana que incluya probióticos y evada los alimentos a los que son sensibles. La alimentación en personas con enfermedades neurodegenerativas debe ser indicada y supervisada por especialistas propios en la patología, aclarando que estas medidas no curan la enfermedad pero pueden retrasar su avance.
En general, las indicaciones sobre la alimentación en personas con enfermedades neurodegenerativas gira más en torno a la organización que a la prohibición. Lo ideal es hacer de 5 a 6 comidas pequeñas al día con alto contenido calórico en un horario fijo y un ambiente tranquilo, incluyendo todos los grupos alimenticios. El primer alimento a quitar es el azúcar en todas sus presentaciones (alimentos que contengan papelón, miel, sirope y licor).
La desnutrición y malnutrición suelen estar asociadas a estos síndromes, ya que la ingesta es inadecuada y, a medida que la patología avanza, aparecen complicaciones relacionadas con tragar o digerir. Lo recomendable es acudir a un especialista que sepa guiar paso a paso el plan de alimentación en personas con enfermedades neurodegenerativas y pueda adaptarlo a sus necesidades específicas.
Si deseas crear un plan de nutrición para ti o algún allegado que posea una enfermedad neurodegenerativa, en Método COMA podemos ayudarte sin importar dónde te encuentres. Envía un correo a metodocoma@gmail.com y pide tu cita.
Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA