Constantemente les recuerdo que no hay ningún alimento más sano que otro. Hay requerimientos y condiciones individuales. Todos los alimentos son necesarios y están para nutrirnos; hay que dejar de categorizarlos en buenos y malos, de glorificar unos y satanizar otros, tenemos que quitarnos eso de la cabeza.
Cada alimento tiene propiedades y nutrientes diferentes, así que mientras más variada sea la alimentación, más saludable y equilibrada será. Diría que tanto en el caso de la arepa como el pan, el meollo del asunto está en los rellenos: mantequilla, salsas, untables poco saludables, queso amarillo…
Si los rellenos son saludables, puedes comer uno u otro siempre y cuando esté ajustado a tus necesidades y requerimientos
Ahora bien, otra de las preguntas frecuentes es ¿a qué hora es mejor comerlos?
Ya he mencionado en otras oportunidades, eliminar los carbohidratos de la dieta no es lo ideal porque se trata de nutrientes esenciales para el organismo. Bajar de peso sin excluir este grupo de alimentos es posible. Ahora bien, eso de que por comerlos en una hora determinada puede influir en ello, no tiene asidero.
¿Por qué lo de la hora no tiene sentido?
Ya sabes que mi ejemplo favorito para explicarlo es el del banco porque más o menos así funciona nuestro organismo. Hay ingresos y egresos. Si los primeros son menores que los egresos, bajamos de peso sin importar la hora.
Es tanto, que cuando compras un alimento y ves la información nutricional, verás que detalla el aporte calórico y de nutrientes pero por ningún lado lees que si lo consumes a tal hora, tiene “x” #calorías y si lo consumes a otra ese valor es diferente, ¿verdad?.
Para bajar de peso lo que hay que hacer es disminuir la cantidad de carbohidratos que consumes, pero no quitarlos ¿Cómo saber cuánto es la cantidad que puedes consumir? El nutricionista es quien hace ese cálculo.
¿Quieres saber cómo equilibrar tu alimentación sin quitarte el pan o la arepa? Escríbeme a metodocoma@gmail.com para hacer tu cita.
Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA