¿Cómo controlar la ansiedad durante la cuarentena?

Muchos buscan gestionar sus emociones a través de la comida y puede que encuentren una satisfacción momentánea. Sin embargo, a largo plazo, esto solo podría desencadenar otros procesos relacionados con la culpa.

Para saber si las ganas de comer están relacionadas a la ansiedad o no, lo primero que debemos hacer es identificar si estamos ante hambre real o emocional:

  • Cuando estamos ante el hambre real, vamos a tener síntomas de hipoglicemia, relacionados con falta de azúcar en el cerebro. Así, empezamos a escuchar ruidos en el estómago, visión borrosa, temblores y sudoración fría. En el momento en el que le damos algo de alimento al cuerpo y que, generalmente, tenga azúcar (pero no azúcar blanca agregada, sino almidón, como es el caso del arroz o las arepas o frutas), inmediatamente ese hambre comienza a calmarse.
  • En cambio, cuando hablamos de hambre emocional, producto de esa ansiedad que tenemos por no tener claro el panorama, el cuerpo comienza a pedir alimentos ricos en azúcar y grasas para poder nivelarse. Y es que estos alimentos activan a nivel cerebral neurotransmisores como la dopamina, que está relacionada con las adicciones y el placer. Pero esa satisfacción, tranquilidad o placer que generan es momentáneo, puede durar entre 30 y 45 minutos.

¿De qué otra forma puedo saber si mi hambre es emocional o real? 

  • Cuando hay hambre emocional, lo que provocará comer es dulces que, generalmente, no los saciarán. Así, comen, comen y comen durante todo el día, y nunca sienten saciedad.
  • En cambio, cuando hay hambre real comemos y llega un momento en el que el propio cuerpo te hace saber que ya no quiere más, que estás lleno.

Una vez que identifiques la emocionalidad en tus elecciones alimenticias es momento de contrarrestar la ansiedad, que es el origen. Debes saber que cuando estamos sometidos a niveles de estrés muy elevados, ansiedad y preocupación, la tendencia de todos es anticiparnos a lo que va a pasar, así que la mejor forma de combatirlos es viviendo el momento.

Una manera  eficaz de gestionar la ansiedad por la comida chatarra o poco saludable es NO comerla.

Cuando consumimos alimentos ricos en azúcar y grasas nuestro organismo eleva los niveles de dopamina justo en el centro del placer a nivel cerebral, haciendo que en pocas horas quieras más y más alimentos de este tipo. Disminuye progresivamente el consumo de azúcares y grasas y verás cómo mejora la ansiedad.

Si por alguna razón vas  a comer dulce, intenta no consumirlos dos días seguidos, si no caerás en el juego desmedido del cerebro por vivir bajo los niveles de la dopamina.

La clave de todo está en planificar muy bien lo que vamos a comer, hacer las tres comidas principales y dos o tres meriendas, según sea el caso y esas comidas deben contar con todos los grupos de alimentos (carbohidratos, proteínas y grasas). Los vegetales y las frutas tampoco deben faltar. Todo esto hará que el cuerpo se mantenga en niveles normales y que el hambre emocional y real se mantengan a raya y la podamos controlar.

Una manera efectiva de controlar la ansiedad por el dulce es  agregar en todas las comidas carbohidratos como arepa, batata, granos, arroz y por lo menos dos veces al día, una porción de fruta. Si consumes la porción de azúcar proveniente de los carbohidratos complejos tu cuerpo disminuirá la necesidad de consumir azúcar.

Muchos buscan disminuir sus porciones de carbos al principio del día porque piensan que no son importantes o que pueden vivir sin ellos y al final de la tarde solo pensarán en azúcar.

¿Necesitas ayuda para elaborar un menú que te ayude a combatir la ansiedad? En Método Coma podemos asesorarte. Solo envía un correo a metodocoma@gmail.com

Ariana Araujo Tovar

Nutricionista y creadora del Método COMA

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