Una de las primeras técnicas a las que acude la gente cuando desea adelgazar es el ayuno. Por supuesto, quitarse cualquier comida irremediablemente conlleva a la pérdida de peso, ya que provoca hambre y el organismo saca todo lo que queda en él para producir energía, reduciendo músculo y grasa acumulada para mantenerse activo.
El ayuno es utilizado como mecanismo de desintoxicación, ya que el cuerpo reconoce un largo período de inanición y se vale de todas sus funciones de emergencia para poder sobrevivir, sin embargo, es una forma no tan duradera y nada amorosa con el cuerpo de perder peso. El organismo se ve expuesto a cambios extremos que activan estados de emergencia no muy recomendados, en especial en personas con ciertas patologías, como insuficiencias hepáticas, renales o insulinodependientes. Te respondemos algunas dudas acerca del ayuno y su seguridad nutricional aquí:
Consecuencias del ayuno
Uno de los mayores cuestionamientos sobre el ayuno gira en torno a estudios científicos que afirman que esta práctica trae diversos beneficios para el organismo. Sin embargo, la evidencia médica sobre su seguridad y efectividad es bastante escasa. De hecho solo existen estudios prospectivos preclínicos y muchas veces en animales. Es una evidencia limitada, con investigaciones realizadas en poblaciones pequeñas y por períodos cortos.
Las consecuencias del ayuno son tema de amplio debate, sin embargo, los expertos en endocrinología y nutrición afirman, en su gran mayoría, que no desayunar es un grave error con repercusiones nefastas para la salud.
Todos parten del hecho de que el desayuno es la comida más importante del día, ya que es la que proporciona la energía necesaria para realizar cualquier tipo de actividad (en especial ejercicios), y nos brinda la energía para regular el apetito a lo largo del día. El ayuno, en cambio, puede provocar mal humor, dolor de cabeza intenso, incapacidad de concentrarse, mareos, náuseas y síntomas de debilidad que pueden conllevar desfallecimientos por la falta de nutrientes necesarios en el organismo para mantener el ritmo cotidiano.
Beneficios del ayuno
Uno de los mayores cuestionamientos sobre el ayuno gira en torno a estudios científicos que afirman que esta práctica trae diversos beneficios para el organismo. Sin embargo, la evidencia médica sobre su seguridad y efectividad es bastante escasa. De hecho solo existen estudios prospectivos preclínicos y muchas veces en animales. Es una evidencia limitada, con investigaciones realizadas en poblaciones pequeñas y por períodos cortos.
Aunque aún hay mucho que indagar sobre el ayuno, estas son algunas afirmaciones que diversos estudios científicos han hecho sobre los beneficios que trae esta práctica:
- Aumenta la respuesta adaptativa al estrés
- Aumenta la eliminación de proteínas dañadas que almacena el organismo
- Aumenta la movilización de la grasa corporal
- Modula positivamente la microbiota intestinal
- Disminuye la proliferación celular
- Mejora la sensibilidad a la insulina
- Disminuye la inflamación sistemática
La importancia del desayuno
Una de las mayores desventajas del ayuno viene representada por lo importante que es desayunar. Después de 7 u 8 horas de sueño en las que el cuerpo no ha ingerido alimento alguno, este sigue demandando energía para realizar funciones básicas como respirar, hacer latir el corazón, mantener funcionando los riñones y el hígado, entre otros. La primera comida del día es, entonces, el termómetro de hambre para el cerebro: el ayuno hace que tu mente pase el resto del día pidiendo más comida (en especial dulce) de la que regularmente requiere, ya que el cerebro necesita glucosa para poder funcionar.
Desayunar puede convertirse en un tema de suma importancia para regular el apetito y evitar atracones a lo largo del día, ambas herramientas muy útiles a la hora de perder peso. Sea cual sea tu condición, consulta con un nutricionista antes de tomar cualquier decisión sobre el ayuno que pueda afectar el correcto funcionamiento de tu cuerpo.
Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA