Todos hemos estado en la situación en la que intentamos mejorar nuestros hábitos alimenticios pero terminamos añadiendo más estrés sin aparente razón. Anteriormente, hablamos sobre cómo nos afianzamos a prácticas populares que resultan ser errores comunes en la cocina y que hacen más mal que bien.
Muchas veces esto se debe a que la ingesta de alimentos poco saludables sucede, a veces sin que nos demos cuenta, y generar mayor consciencia al alimentarse requiere un poco de trabajo. Por lo tanto, podemos revisar algunos de los más apropiados consejos evitar errores comunes en la cocina que nos alejan de nuestra meta.
Azúcar
Uno de los errores comunes en la cocina involucra al azúcar, un componente que consumimos todos los días y que, a pesar de que no siempre lo tenemos en mente, ingerimos mucho más de lo que es regularmente saludable.
Sin embargo, la ingesta de azúcar no siempre es voluntaria, y a veces viene de nociones populares erradas como el consumo de jugos en vez de refrescos durante las comidas. Si bien sabemos que los refrescos son malos para nuestro cuerpo, un jugo también contiene una gran cantidad de azúcar, debido a que la fruta (la cual es su componente principal) presenta niveles elevados de glucosa que pueden resultar perjudiciales.
Es preferible reemplazar cualquier bebida con agua durante nuestras comidas a lo largo del día.
Compras engañosas
A pesar de que logremos reducir la cantidad de azúcar, otro de los errores comunes en la cocina de hecho ocurre fuera de ella: el consumidor común usualmente ingiere pequeños dulces y otro tipo de alimentos que pueden, en consumo limitado, perjudicarnos. Esto incluye galletas, tortas, helados, entre otros.
Adicionalmente, al comprar frutas, es buena idea planificar y contabilizar la porción que podríamos comer diariamente para así tener una idea de la cantidad de azúcar u otros componentes que estamos introduciendo en nuestros cuerpos.
Intentar comprar vegetales para ofrecer comidas más balanceadas es generalmente una buena idea para dejar que el cuerpo deje de pedir frutas o azúcares.
Reduciendo aceites
Una buena manera de volver todas las comidas más saludables es tratar de reducir la cantidad de aceite con la que se cocina, debido a que el exceso de grasa, saludables o no, aporta parte de los problemas que podemos encontrar en una dieta mal planeada o mal balanceada.
Para esto, es importante contabilizar la cantidad de aceites que ingerimos, debido a que una cuchara de aceite puede tener las mismas calorías que una taza de arroz, y este tipo de datos no muy conocidos son los que pueden ayudarnos a dejar atrás estos errores comunes en la cocina a la hora de establecer una dieta apropiada.
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Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA