Para bajar de peso, estemos encerrados o no, no necesariamente hay que hacer ayunos. El cuerpo se comporta como un banco que recibe ingresos y egresos. Si los ingresos son mayores que los egresos, inevitablemente, subimos de peso. Pero si nuestros ingresos son menores que los egresos, bajamos de peso, hayamos quitado el desayuno o no.
Si deciden hacer desayuno, almuerzo y cena pero al final del día tiene un déficit calórico, igualmente bajarán de peso, aunque la cena sea una arepa.
Perfectamente pudieran comer una arepa pequeña en el desayuno, una pequeña porción de pasta con pollo y vegetales en el almuerzo, y un sándwich pequeño en la noche e igualmente van a bajar de peso si su cuerpo siente que hay un déficit calórico.
Así que el ayuno como tal, no es necesario. Ya se sabe que muchos de los beneficios de esta práctica, como la autofagia, también se produce cuando hacemos dietas hipocalóricas, que no son más que dietas que no cubren el requerimiento calórico total a través de la alimentación.
No es necesario quitar una comida completa, llámese cena o desayuno, para poder perder peso.
Hay formas más sencillas, llevaderas, sostenibles en el tiempo y sobre todo saludables de lograrlo, sin necesidad de sentir que están bajo la restricción absoluta de no poder comer nada en el desayuno.
Si por el contrario sienten que no quieren desayunar y no tienen ni un ápice de hambre, está bien que lo hagan.
Por un día que se levanten y digan: “no quiero comer porque me siento demasiado llena o lleno”, no pasa nada; está bien.
Hay que escuchar al cuerpo, y si él dice que está tan lleno porque probablemente aún está haciendo la digestión, escúchenlo.
Si necesitas aclarar dudas sobre el ayuno, en Método Coma podemos asesorarte. Solo envía un correo a metodocoma@gmail.com
Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA