El hiperinsulinismo es una condición que eleva los niveles de insulina en la sangre. Su causa principal es la mala alimentación (aunque hay condiciones fisiológicas que podrían afectar los mismos).
La secreción normal de insulina está vinculada directamente a la cantidad de glucosa circulante en el torrente sanguíneo. En la mayoría de los casos, el hiperinsulinismo está asociado a la resistencia a la insulina, que es una condición en la cual los tejidos presentan una respuesta disminuida para captar la glucosa circulante ante la acción de la hormona insulina.
Sin embargo, no todos los casos presentan algún síndrome metabólico desarrollado pero están medicados como tal, sin saber que esta patología es completamente evitable.
El hiperinsulinismo es manejable a través de hábitos saludables, como una buena alimentación y ejercicio, sin necesidad de medicamentos. Aprende un poco más del hiperinsulinismo y cómo manejarlo.
Signos y síntomas de altos niveles de insulina
Además de estar muy atentos a los valores, también es muy importante evaluar la clínica de este indicador, que son los signos y síntomas con los que se evidencia la resistencia a la insulina. Se recomienda que, al notar algunos de estos síntomas, el paciente sea evaluado por un endocrinólogo. Estas pueden ser algunas señales de su presencia:
- Pérdida de cabello.
- Uñas quebradizas.
- Acantosis nigricans, que consiste en pigmentación de la piel, sobre todo en axilas, cuello y entrepierna.
- Acrocordones en cuello y espalda, que lucen como pequeñas verrugas.
- Hirsutismo o desarrollo excesivo de vello, siendo más común en mujeres.
- Mareos.
- Náuseas.
- Visión borrosa.
- Temblores.
- Sudoración fría.
Alimentos para regular la insulina
En todas las comidas deben estar incluidos todos los tipos de alimentos: vegetales, cereales y carbohidratos, proteínas sin grasa y magras de buena calidad y pequeñas dosis de grasas saludables que ayuden a regular la producción de insulina.
Las frutas y vegetales deben comerse enteros, ya que tienen mayor contenido de fibra soluble lo que hace que la absorción del azúcar se retrase y, al no llegar tan rápido a la sangre, el cuerpo no necesita segregar niveles tan elevados de insulina.
Asimismo, es necesario incluir carbohidratos de lenta absorción en todas las comidas, como arepa, avena, granos y batata, también ricos en fibra soluble.
Semanalmente se puede incluir proteína vegetal como arroz con granos o con oleaginosas que puedan cumplir la función de una proteína animal ya que al comerlas a lo largo del día en combinaciones adecuadas tendrás los nueve aminoácidos esenciales presentes en las proteínas vegetales.
Alimentos para evitar o controlar el hiperinsulinismo
Es necesario eliminar todo tipo de alimentos que contenga azúcar, y no solo la añadida a los alimentos sino los jugos naturales o pasteurizados, refrescos, té frío, bebidas achocolatadas en polvo, malta, cereales, granola, salsas, galletas y tortas.
Otro enemigo de la insulina son los alimentos procesados, porque contienen azúcar, sodio y colorantes que elevan su producción.
En algunos pacientes se hace necesario dividir las comidas en tres principales y dos meriendas, ya que al controlar el tamaño de las porciones no se segregan altas cantidades de insulina y los niveles de glicemia se mantienen equilibrados.
Parte fundamental del tratamiento también involucra la actividad física regular de moderada a intensa, así como evitar consumir alcohol y tabaco o sustancias tóxicas que puedan alterar los niveles de insulina en la sangre. ¡Comer sano es vivir sano!
Si necesitas apoyo para mejorar tu alimentación y controlar tus niveles de insulina, escríbenos y agendemos una consulta → info@metodocoma.com
Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA.