El postre en sí mismo como último plato después del almuerzo o la cena no es esencial para conseguir una dieta equilibrada, sobre todo, si el postre se asocia a productos dulces. Lo que sí es imprescindible es comer dos porciones de frutas como postre o merienda.
Aunque, más allá de que si puedes o no comer postre, creo que en lo que hay que enfocarse es en lo que sí debería ser parte de tu alimentación diaria como, por ejemplo, dos raciones de frutas y vegetales en todas las comidas principales. No tiene que ser necesariamente en una ensalada, sino también como ingrediente en la preparación. Puedes rallarle zanahoria o algún otro vegetal a las arepas, le puedes poner tomate y lechuga a un sándwich o tomate y lechuga a un perico.
Tampoco es que el postre sea algo que tienes que eliminar de tu vida; hay que prestar atención a la frecuencia con la que lo comes y la cantidad porque si todos los días te comieras una pequeña porción de azúcar, no habría ningún inconveniente. La cosa es que hay muchos alimentos que algunas personas suelen consumir con cierta regularidad que tienen azúcar agregada, tales como, cereales, aderezos y salsas, pero además le agregas azúcar al café, la avena, al té y te comes un postre.
Si tuvieras una alimentación de verdad sana y equilibrada… comieras una arepa en el desayuno, que no tiene nada de azúcar agregada, hicieras un almuerzo completo como pollo, arroz y vegetales y en la tarde te comes una pequeña porción de dulce, es decir, un ponqué pequeño o una pequeña porción de galleta, no habría problema alguno. Sin embargo, el deber ser es que te acostumbres a obtener el azúcar a través de alimentos naturales y no procesados como una fruta entera o un yogurt con una fruta. Eso es más saludable que estar pensando si puedes o no comer postre todos los días.
Si quieres saber cuál es la forma más saludable de incluir los postres es tu aquí estoy. Escríbeme a metodocoma@gmail.com para hacer tu cita.
Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA