Cuando llegan a mi consultorio personas impacientes por querer perder peso lo primero que les pregunto es ¿cuál es el apuro? Bien dice el refrán popular: del apuro solo queda el cansancio. Y con el peso es igual: a veces los “métodos mágicos” solo terminan llevando al efecto rebote y luego a la frustración.
Colocarte fajas al hacer ejercicio no ayuda a adelgazar más rápido, al contrario. Al ponerte la faja haces que los músculos abdominales no se puedan contraer bien y se pueda formar ese abdominal como debe ser. Por otra parte, muchos creen que por el sudor que quizás es mayor al ponerse la faja, están perdiendo grasa, y tampoco es así, el sudor sirve para regular la temperatura corporal.
Al contrario, para poder quitar grasa del cuerpo necesitamos agua para que lleve a una reacción química que se llama lipólisis. Tú puedes tener una restricción calórica, hacer más ejercicios y necesitar más energía, pero si no tienes suficiente agua porque la estás eliminando al ponerte la faja, papel envoplast o cualquier cosa por el estilo, te deshidratas y no vas a poder llegar a la lipólisis, que es el rompimiento de ese enlace que hay entre cada célula adiposa y “eliminar la grasa”; y lo pongo entre comillas porque no es que rompes esa molécula, haces que la grasa viaje y la excretes por la orina. Eso pasa por torrente sanguíneo, puede llegar al hígado o al músculo y utilizarse como forma de energía. La grasa no se elimina ni por orina ni por drenaje linfático, por eso es que esos masajes “quita grasa” no son efectivos en forma alguna.
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Ariana Araujo Tovar
Nutricionista y creadora del Método COMA